La actividad física vigorosa puede afectar favorablemente el corazón de una persona, su circulación, sus pulmones, su peso
corporal, su tonicidad muscular, el movimiento de sus intestinos, la presión de su sangre el contenido de azúcar en la sangre, las
grasas en la sangre, la resistencia, la eficiencia y en general, su sensación de bienestar.
Unida firmemente a la movilidad humana y a la función manual está la inteligencia humana.
La inteligencia física es la primera clase de inteligencia y la más básica de todas las formas de inteligencia humana.
Las personas con lesión cerebral necesitan moverse lo más posible, el movimiento es básico para la vida.
Para que la persona pueda moverse adecuadamente, debe estar sobre su vientre, no sobre su espalda, cualquier aparato que
restrinja o inhiba el movimiento puede ser dañino.
El movimiento optimiza la respiración y aumenta el oxígeno al cerebro, con consecuente mejor funcionamiento del cerebro. El
movimiento: mejora la estructura del cuerpo, desarrolla la vista, aumenta la inteligencia, mejora la digestión, la evacuación y la
salud, reduce las enfermedades respiratorias